Cuando pensamos en colectividades, solemos imaginarnos grandes salas con bandejas de comida en línea. Sin embargo, detrás de cada comedor escolar, residencia, hospital o empresa hay un trabajo enorme de planificación, logística y seguridad que permite servir miles de raciones cada día sin perder calidad ni eficiencia.

El sector de colectividades es uno de los motores menos visibles pero más relevantes de la hostelería. A continuación, te compartimos algunas curiosidades que seguramente no conocías.

1️⃣ Los números que impresionan: miles de menús al día

Un comedor escolar medio puede llegar a servir más de 1.000 menús diarios.
En una residencia o un hospital, esta cifra puede multiplicarse aún más. Esto significa que, cada jornada, se trabaja a gran escala con el mismo objetivo: que cada persona reciba un plato equilibrado, seguro y de calidad.

2️⃣ El desperdicio alimentario: un reto y una oportunidad

Según AECOC y datos recogidos por Profesional Horeca, el desperdicio alimentario en colectividades puede reducirse hasta un 40% gracias a una buena planificación y al uso de soluciones gastronómicas listas para servir.
Optimizar formatos, ajustar raciones y contar con productos que faciliten la operativa no solo mejora la rentabilidad, sino que también tiene un impacto positivo en la sostenibilidad.

3️⃣ Menús que influyen en el rendimiento laboral

En el caso de las empresas, los comedores colectivos cumplen una función clave: no solo alimentan, también impactan en la productividad y satisfacción de los empleados.
Diversos estudios confirman que un menú equilibrado durante la jornada laboral contribuye al bienestar, la concentración y el rendimiento en el trabajo.

4️⃣ Seguridad alimentaria al más alto nivel

Cuando se preparan miles de raciones al día, la seguridad alimentaria es un factor innegociable.
Cada plato debe cumplir exactamente los mismos estándares de calidad, trazabilidad y conservación, garantizando la confianza tanto de los gestores como de los usuarios finales.